El espíritu empresarial es, por supuesto, bastante diferente de un trabajo con horario de 9-a-5. Nadie te paga beneficios, pero tampoco nadie te exige que registres tu horario de ingreso a una hora determinada.
Investigaciones realizadas por la organización de financiamiento de empresas emergentes Guidant Financial revelan que más de la mitad de los estadounidenses no se sienten satisfechos con la vida corporativa y están listos para ser sus propios jefes.
Afortunadamente, hay una hoja de ruta que muchos emprendedores han seguido en su camino al éxito.
Información para principiantes: “Emprendedor” vs “Emprendedor independiente” vs “Profesional autónomo”
Hay mucha jerga corporativa dando vueltas por ahí. Estas son las principales diferencias entre los términos más comunes:
Emprendedores independientes
Todo depende de ti. A menos que contrates ayuda, los emprendedores independientes se ocupan de todas las molestas tareas administrativas. Sin personal, podría decirse que tendrás un mayor margen de beneficio, pero es posible que incurras en más riesgos.
Emprendedores
Es probable que estés administrando y delegando mucho más que un emprendedor independiente. Puede que tengas que ocuparte de una menor cantidad de tareas aburridas, pero también es probable que sientas más presión, y definitivamente tendrás más personas dependiendo de ti. Ser emprendedor implica mucha más interacción cara a cara que trabajar por cuenta propia o emprender en solitario.
Profesionales autónomos
Es un panorama diverso: muchos profesionales autónomos trabajan por cuenta propia, aunque también suelen colaborar con emprendedores o empresas. A menudo cobran tarifas por hora, día o proyecto, un beneficio del que los emprendedores, por ejemplo, no suelen disfrutar.
¿Cuáles son los pasos esenciales para convertirse en emprendedor?
El emprendimiento puede parecer una idea demasiado idealista o poco realista, pero si la descripción anterior te pareció interesante, es posible que tengas lo que se necesita. Cuidado, principiantes: para cada uno de los siguientes pasos, se requiere trabajo duro, una amplia red de contactos y una gran dosis de determinación.
Paso 1: Tu idea inicial
Necesitas una idea inicial: la semilla que deberás nutrir y desarrollar. No tengas miedo de empezar de a poco: Uber nació cuando los emprendedores Travis Kalanick y Garrett Camp se quedaron varados en la calle en una fría noche de invierno en París, y no podían conseguir un taxi. Under Armour cobró vida en 1996, cuando el ex futbolista universitario Kevin Plank se hartó de empapar sus camisetas de sudor durante las prácticas.
¿Hay algo que podrías hacer mejor que los demás? ¿Te decepcionó un servicio? Tal vez sea hora de mostrarles cómo se hace de verdad. Piensa en Ray Kroc imaginándose una hamburguesería súper eficiente y convirtiéndola en franquicia. (¿Alguna vez has estado en un McDonald's?)
En la etapa de la idea, considera lo siguiente:
Competidores: si son demasiados, podría ser difícil marcar alguna diferencia en el mercado; si son muy pocos, tal vez tu idea sea menos viable de lo que piensas. Aquí encontrarás algunas ideas de negocio que pueden ser útiles.
Urgencia: ¿Tu idea aborda una necesidad urgente y puedes ejecutarla a tiempo para satisfacerla? (Si tu cabeza está repleta de ideas emprendedoras, excelente: pero priorízalas según la urgencia).
Paso 2: Pon a prueba tu idea

Es posible que tu idea de una máquina de afeitar robótica acabe en un desastre sangriento. Por eso es fundamental poner a prueba cada idea, producto, servicio y cualquier otra cosa que puedas ofrecer. También es una parte crítica de metodologías de negocio efectivas como DMAIC y PHVA. Las pruebas te permiten adaptar y perfeccionar tu idea, lo que ayuda a evitar problemas de ejecución más adelante.
Recuerda lo siguiente:
El objetivo: lograr que los clientes potenciales validen la idea, lo que ayudará a limar cualquier aspereza, proporcionará datos valiosos y te ayudará a comenzar a crear demanda.
La recompensa: las pruebas te ahorran dinero a largo plazo, ya que tendrás tiempo para implementar mejoras antes de que la idea escale: se requiere mucho más capital para resolver los problemas que surgen después del lanzamiento.
Esta fase es un regalo: puedes hacer cambios o ajustes a tu idea en un entorno relativamente libre de riesgos y recopilar datos cruciales.
Paso 3: Planifica tu negocio y estrategia
Ahora que tienes un producto de rendimiento confiable que a la gente le encanta, planifica tu modelo de negocio y la estructura de tu empresa. No es tan intimidante como podría parecer; la planificación se trata solo de averiguar qué hará tu empresa y cómo se verá.
Considera lo siguiente:
¿Cuál es la demanda del mercado? Los inversionistas no querrán mirar tu idea si no hay un gran grupo de demanda. (¡Apunta a que los clientes que hicieron la prueba temprana sean los evangelizadores de los productos!)
Contratar a un experto financiero: un plan de negocios es simplemente una estrategia de crecimiento, así que consulta con un experto para validar tus cifras, y entiéndelas perfectamente antes de presentar tu propuesta.
Esta etapa debería dejarte en claro cuál es tu próxima misión: la presentación a los inversores.

Paso 4: Obtén financiación
Con una idea y una estrategia implementadas, empieza a buscar algo de capital que te ayude a ponerte realmente en marcha y escalar.
Si hasta ahora hiciste todo solo, un socio puede ser una excelente idea. Un cofundador puede dejarte hacer uso de sus recursos de financiamiento. A menudo, los inversionistas prefieren emprendimientos con múltiples partes interesadas.
Sin importar cómo lo hagas, siempre necesitarás efectivo. Los emprendedores tienden a obtener financiamiento de tres fuentes primarias de capital privado:
Inversores ángeles: personas con dinero y (a menudo, experiencia en una industria en particular) a las que les gusta financiar empresas emergentes en su fase inicial.
Capitalistas de riesgo: inversionistas privados, o empresas de inversión, que proporcionan capital a cambio de negocios en categorías con amplio potencial de crecimiento: invierten en el “próximo gran éxito”.
Inversores individuales: amigos, familiares y cualquier otra persona que pueda invertir en tu empresa, con la esperanza de obtener un retorno (más intereses) una vez que tu negocio tenga éxito.
También están los préstamos entre pares, el financiamiento colectivo y docenas de subsidios locales y nacionales, así que asegúrate de investigar un poco en tu región.
Después de conectar con los inversores, deberás presentar una propuesta adecuada. Para aprender más sobre esta etapa clave en el proceso de emprendimiento, consulta “Cómo convencer a los inversores (y cerrar el acuerdo) al recaudar fondos”. Para elaborar esa propuesta, vas a necesitar Dropbox DocSend. Sus análisis te permitirán saber si los posibles inversores ya vieron tu archivo, lo que será crucial para calmar tus nervios.
Paso 5: Crece y escala
¡Lo lograste! Pero una chispa no es un fuego: mantén el impulso. El crecimiento y la escala se trata de repetir éxitos, que pueden provenir de áreas tal vez imprevisibles. (El servicio de entrega de DVD de Netflix puede ser lo que lo puso en marcha, pero mira lo que es ahora).
Recuerda lo siguiente:
Sigue aprendiendo: céntrate en seguir aprendiendo de tus datos y de tu equipo. Usa tus fondos para contratar personas con experiencia y habilidades eclécticas.
Sé paciente: en la medida en que sea pragmático, ten paciencia. El camino hacia el crecimiento puede ser largo, así que no te rindas (y tal vez te convenga conseguir un trabajo secundario).
La palabra “emprendedor” está estrechamente relacionada con el vocablo francés entrepreneur, que a su vez proviene del verbo francés entreprendre, que significa “emprender”. Incluso con una clara comprensión de cómo convertirse en emprendedor, aún puede parecer una tarea abrumadora. ¡Y lo es! Sin embargo, con las herramientas adecuadas y una actitud positiva, lo lograrás.